¿Cuál es la historia del esquí?
El esquí tiene sus raíces en el pasado prehistórico, se cree que comenzó en lo que hoy es Noruega y Suecia hace aproximadamente 5000 años. Originalmente, el esquí no era un deporte, sino un medio de transporte durante los meses de invierno. Los primeros esquís eran largas tablas de madera a las que se ataban pieles de animales para evitar que la nieve se pegara.
A finales del siglo XIX, el esquí comenzó a ser reconocido como un deporte. En 1843, el noruego Sondre Norheim inventó el esquí tal como lo conocemos hoy, con fijaciones que permitían mejor control y movilidad.
¿Quién inventó el esquí?
Aunque es difícil atribuir la invención del esquí a una sola persona debido a sus orígenes prehistóricos, Sondre Norheim, de Noruega, es a menudo considerado el «padre del esquí moderno«. Norheim diseñó un tipo de esquí con fijaciones que permitían al esquiador realizar saltos y giros sin riesgo de que los esquís se desprendieran.
El esquí ganó popularidad en Europa durante la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX, lo que llevó a la fundación de la Federación Internacional de Esquí en 1924 y la inclusión del esquí en los Juegos Olímpicos de Invierno de 1924 en Chamonix, Francia.
Historia del snowboard: ¿Cuándo y dónde comenzó?
El snowboard es un deporte mucho más joven que el esquí. Su invención se atribuye a Sherman Poppen, un ingeniero de Michigan, que en 1965 creó el «Snurfer» (combinación de «snow» y «surfer»), un juguete para sus hijas que consistía en dos esquís unidos con una cuerda en la parte delantera para ayudar a mantener el equilibrio.
Aunque inicialmente se consideró un juguete, la idea de Poppen despertó el interés de muchos, y en la década de 1970, los pioneros del snowboard como Jake Burton Carpenter y Tom Sims comenzaron a desarrollar y mejorar el diseño del Snurfer. En 1977, Burton fundó la empresa Burton Snowboards, que hoy en día es uno de los fabricantes de equipos de snowboard más grandes y reconocidos del mundo.
El snowboard fue reconocido como deporte oficial en la década de 1990 y se incluyó en los Juegos Olímpicos de Invierno en 1998.
A lo largo de la historia, tanto el esquí como el snowboard han evolucionado y cambiado, tanto en la tecnología como en la popularidad. Desde sus inicios humildes, ambos deportes han crecido hasta convertirse en competiciones de invierno de renombre mundial, atrayendo a millones de espectadores y participantes cada año.